Itinerario Guadalquivir y la Meseta: JAEN

Andújar

Andújar amurallada según grabado Palomino. S. XVIII

Situada en la orilla norte del Guadalquivir, en uno de los vados naturales del río, Andújar inicia realmente su desarrollo tras la conquista musulmana. Entonces constituye un hisn, una fortaleza, al que se denomina Anduyar.

La localidad participó en las luchas de finales del Emirato. En esta época el emir Abd Allah (888-912) ordenó al general Ubayd Allah Ibn Muhammad el refuerzo de las murallas, que quizá fueran levantadas en época romana. La comarca se vio afectada por terremotos que son narrados por Ibn Sahib al-Sala, “duró en la ciudad de Andújar por espacio de días, hasta que casi desapareció, y se la tragó la tierra”. Esto hace suponer que las murallas que se han conservado hasta hace poco son en su casi totalidad de época almohade o al menos casi reconstruidas por completo en ese momento.

Por la sencillez y brevedad narrativa que el historiador local Juan Vicente Córcoles hace de este periodo, como por la importancia estratégica que tuvo el enclave de Andújar para la invasión castellana por el valle del Guadalquivir, trascribimos su exposición:

2- La Cora de Jaén S. X
2- La Cora de Jaén S. X
3- Recinto amurallado de Andújar. Dibujo Ximena Jurado. S. XVII
3- Recinto amurallado de Andújar. Dibujo Ximena Jurado. S. XVII

En el año 711 la derrota, junto al Guadalete, del rey don Rodrigo abrirá el camino a la invasión árabe, cayendo el frágil reino visigodo. Tariq, camino de Toledo, irá tomando los centros de población que encuentre a su paso. Entre éstos estará Andujar. Pronto la administración musulmana le marcará su territorialidad. Andûyar permanecerá a la Kora de Yayyan (provincia de Jaén).

Lejos de la frontera con los reinos cristianos y cerca de la capital, Córdoba, Andújar crecerá y se consolidará como importante núcleo de población. Las actividades agropecuarias serán mejor aprovechadas, la fertilidad del suelo se va a ver incrementada con el regadío; la miel y la seda serán dos importantes productos; en el plano artesanal, será la alfarería la industria más prolífica.

A medida que la frontera cristiana vaya hacia el Sur, la situación militar y estratégica va creciendo en importancia, tanto para el bando cristiano como para el musulmán: Andújar es la llave que abre o cierra la conquista del valle del Guadalquivir.

Nada más comenzar el período almohade (1146- 1224), el rey castellano-leonés Alfonso VII conquistará la ciudad en 1147; pero esta conquista será efímera, pues Andújar regresará pronto a manos musulmanas. Pero este aviso cristiano tendrá gran importancia, pues alertados los islamitas fortificarán magníficamente el núcleo. Las murallas de Andújar obedecerán a un plan de fortificación verdaderamente serio por parte de la ingeniería almohade. La obra atenderá a un solo plan de construcción. Utilizando el calycanto como material de construcción, su perímetro abarcaría unos 1.750 metros aproximadamente; con siete puertas, unos 48 torreones, cuatro grandes torres ochavadas en las esquinas, una torre albarrana en el lado Noreste, antemuro por el lado Suroeste y fosos, el recinto era inexpugnable. En el lado Norte destacaba la figura del castillo. Este con- torno amurallado encerró lo que hoy es el casco viejo de la ciudad.

Calle Ctra. Madrid-Sevilla. Murallas-Silera (Cevallos, 1973)

 Desgraciadamente conservamos muy pocos restos, pero con los pocos que quedan y las peculiaridades urbanísticas de la zona lo podemos reconstruir perfectamente. Su trazado iba, pues, plaza del Castillo, calle Tiradores, paseo de la Feria, paseo de Colón, carretera Madrid-Cádiz, calle Muralla, calle de la Silera, plaza del Sol, calle del Hoyo, calle Ollerías, San Francisco y plaza del Castillo. Las siete puertas se corresponden con las salidas de las calles: Doctor Fleming, Santa Clara, Alcázar, Maestra, paseo de la Harina y plaza del Castillo, en donde había dos: arco Chico y arco Grande.

4- Torreón antigua muralla y Fuente Sorda
4- Torreón antigua muralla y Fuente Sorda
5- Restos de la torre de época almohade en Andújar. (J.A.)
5- Restos de la torre de época almohade en Andújar. (J.A.)

Cinco son los torreones que quedan: el de Tavira, en el paseo de la Feria; el de la Fuente Sorda, en el paseo de Colón, estos dos torreones recubiertos de piedra, en el siglo XIII el primero y en el siglo XV el segundo; dos torreones con lienzo de muralla en la calle de la Silera y otro en la calle del Hoyo, estando estos últimos en su material primitivo de calycanto.

Dentro de la fortificación el vecindario se va a acoplar a una urbanística típicamente árabe: calles estrechas, quebradas, sin salida..., en casas de una sola planta, con pocas ventanas; ausencia de espacios abiertos y sobre todo ninguna exteriorización o manifestación religiosa.

Castillo de Andújar. 1925. Foto Chía

Un urbanismo, en suma, que obedecía a unas exigencias político-militares y religiosas, con un predominio social netamente doméstico e íntimo. Por las calles de la Alhóndiga, Torreones, las Marías, Maestra, Comedias y Postigos, del Príncipe, Don Come, etc., podemos ver es tas características.

La victoria cristiana de las Navas de Tolosa en 1212 abrirá definitivamente la conquista del valle del Guadalquivir. Ocupado el trono de Castilla por Fernando III, Andújar será el principal objetivo. Con buen sentido diplomático, respaldado por una gran fuerza militar, Al-Bayasí entrega la ciudad al rey castellano por el año 1224. Pronto otros puntos pasarán a manos cristianas: el castillo de Baños, Baeza, Úbeda, y así toda la cabecera del Guadalquivir, para iniciar ya la conquista hacia el Oeste, teniendo su fruto en 1236 con la toma de Córdoba, precisamente al invadir unos caballeros de Andújar su populoso barrio de la AXarquía.

En 1227 Andújar será organizada como Concejo -dependencia directa del rey-, y en 1231 el rey le da su Fuero -leyes codificadas-, a modo de el de Cuenca, y le es marcada su jurisdicción territorial, respetando en este caso la que ya había tenido en tiempo de los árabes.

Carta de términos del Concejo de Andújar. Año 1241