I. E) La arquitectura: REINO NAZARÍ
El arte nazarí marca el punto final del desarrollo del arte musulmán en la Península Ibérica. En sus originales creaciones se sintetizan toda la tradición andalusí recogiendo del arte califa¡ y taifa, el gusto por la decoración y la suntuosidad, la sencillez de las estructuras almohades y asimilando como veremos elementos venidos de Oriente así como algunas influencias del arte cristiano.
Se trata de un arte "perecedero" en el que el interés se centra más en la envoltura decorativa que en la estructura arquitectónica. Su máxima manifestación es la Alhambra de Granada donde se puede admirar el único palacio real musulmán de la Edad Media conservado.
La Alhambra es una ciudad palatina amurallada, concebida como sede de la corte del reino, en la que podemos distinguir tres recintos, aparte del Generalife.
La Alcazaba. Su emplazamiento en la cota más elevada de la colina de la Sabika la convierte en un baluarte defensivo de primera magnitud. Era la residencia de una guardia de élite del sultán y estaba dotada de todos los servicios necesarios como aljibe y baños.
Los Palacios. Del conjunto de los palacios nazaríes originariamente independientes entre sí destacan
El Mexuar: espacio semipúblico en cuya sala principal se reunía el Consejo de Visires.
Palacio de Comares, mandado construir por Yusuf I. Se estructura en torno a un patio presidido por una impresionante alberca a la que se abren dos galerías en los lados menores. La galería norte da acceso a la Sala de la Barca y la Torre de Comares que acoge en su interior el magnífico Salón del Trono. Palacio de los Leones, edificado en tiempos de Muhammad V. También se estructura en torno a un patio totalmente porticado en cuyo centro se sitúa la fuente que le da nombre y en la que confluyen cuatro canalillos de agua que proceden de las estancias abiertas en cada uno de los lados: Mocárabes, Abencerrajes, Reyes y Dos Hermanas.
La medina. Estructurada en torno a la calle Real Alta que parte de la Puerta del Vino. En ella se situaban las viviendas de familias nobles y de funcionarios de la corte, edificios públicos como la mezquita y los baños y en la parte alta los talleres artesanales e industrias como las tenerías.
Generalife. El Generalife era una almunia, una finca de recreo próxima a la sede de la corte. Estaba constituida por un núcleo palatino, unos maravillosos jardines, hoy muy transformados, y una gran extensión de terreno distribuido en bancales o paratas puestos en cultivo y dehesas para pasto de ganado.
El jardín andalusí. El jardín se concibe como la representación del paraíso prometido a los creyentes. En él el agua está presente en forma de estanques, fuentes, surtidores o acequias cumpliendo a la vez una función utilitaria y estética. La arquitectura se integra perfectamente en estos jardines de exuberante vegetación en los que se mezclan especies decorativas y aromáticas con árboles frutales y cultivos de huerta.
El agua en la arquitectura.
El agua se integra de forma armoniosa en las estructuras arquitectónicas, en forma de canalillos penetra en las estancias, recorre los patios refrescando el ambiente y creando en su discurrir un suave murmullo; o se estanca en grandes albercas para crear un efecto ilusionista de espejo de la arquitectura.
El Mudéjar es un arte en el que se integran elementos de la tradición hispanomusulmana con los estilos artísticos europeos coetáneos: Románico, Gótico y Renacimiento. Se desarrolla en la Península Ibérica desde el siglo XII hasta el XVI. A partir del descubrimiento de América tendrá una importante proyección al otro lado del Atlántico.